martes, 11 de octubre de 2016

¡Nunca más!

Hace rato no escribía, pero ayer pasó algo que me motivó a hacerlo de nuevo, ustedes dirán que a mí me pasa de todo y va uno a ver y sí.

Les resumo la primer historia, la que me motiva a escribir hoy, para darle paso a la segunda que es de la que les vine a hablar.

Ayer saliendo de mi trabajo di con una pareja que discutía, él le sujetaba fuerte la muñeca porque ella no quería seguir de la mano con él, la mandaba a callar gritándola y la halaba por toda la calle, automáticamente sentí ira y ganas de darle un golpe, pero si hay algo que sé es uno no debe meterse a menos que sea estrictamente necesario. Así que los seguí, en algún punto ella pudo soltarse y él al sentirse observado por la gente, optó por seguirla; en algún momento volteó y se encontró con mi mirada de "tóquela y se arrepiente" jajajaja la verdad es que supongo que lo miré tan mal que el tipo bajó la cabeza. En el cambio del semáforo ella siguió adelante y él continuaba detrás, al ver que lo alcancé empezó a detenerse hasta que se quedó atrás. Yo seguí tras de ella y cuando pude le dije: "No te quedes sola, y NUNCA, NUNCA, NUNCA vuelvas a permitir que ni él ni nadie te hable o te trate a así. Ella dijo "yo sé, nunca más".

Yo sé que las mujeres a veces podemos ser problemáticas, cansonas, temperamentales y un poco locas, pero siempre he dicho que la solución es dejarnos hablando solas. ¿A qué voy con esto? A que sin importar por qué sea la discusión, nadie tiene derecho a ejercer una fuerza física ventajosa sobre nadie, lo dije en mi anterior (y ya vieja) entrada.

Todo eso que vi anoche me recordó a un momento de mi vida de esos en los que uno debe decir "Nunca más".

Una noche estábamos él y yo acostados en la cama y empezamos a tener una de esas discusiones tediosas que ya eran nuestro pan de cada día, ese día le dije que no quería seguir con la relación, que estaba cansada de sus celos y al salir de la habitación, él, no sé cómo llegó hasta la puerta y me haló tan fuerte que si no pongo las manos se me habría roto la cara, le dije llena de ira, llorando y con el caracter fuerte que me caracteriza, que a mí no me volvía a coger así y su respuesta fue "ENTONCES QUÉ VA A HACER". A continuación me tomó muy fuerte de los brazos y me tiró sobre la cama, con sus piernas bloqueó mis brazos y con sus manos me tapaba la boca mientras me decía "CÁLLESE Y NO VAYA A HACER ESCÁNDALO"

En ese momento pensé "Hasta aquí llegué, me va a pegar" y hacer escándalo no estaba en mis planes, yo nunca había perdido el control, sólo quería salir del cuarto. Él era quien estaba totalmente descontrolado, los brazos me dolían mucho y ya por el llanto respirar era difícil. Me dijo que si ya estaba calmada y asentí, me soltó y se sentó en la cama, lo único que decía mientras me miraba con ira era " QUÉ VA A HACER, DÍGAME...QUÉ VA A HACER" me desafiaba y yo solo quería salir corriendo, le dije que eso no lo podía pasar, que ya eso era otro nivel y su respuesta fue "Pero si yo no te pegué, lo único que quería es que te calmaras".

Me pidió perdón muchas veces y no les voy a mentir lo perdoné, ¿por qué? No sé, estaba en un estado de "enamoramiento idiota" increíble, me desconocí. Él me prometió nunca volverlo a hacer y en lo que duró la relación no volvió a pasar, le tuve miedo unos días y los morados con las marcas de sus dedos en los brazos me duraron más de 2 semanas.

Después de eso me juré no volver a permitir algo así, por eso mi ira anoche al ver el tipo cómo le presionaba los brazos, me vi ahí reflejada, llorando y sin tener quién me ayudara.

Para las mujeres que leen esto, mi consejo es que nunca se dejen gritar, halonear, sacudir y menos golpear de nadie, sin importar quién sea y saquen a esa persona de su vida, tampoco lo hagan con nadie eso es tan doloroso y humillante que no se le desea a nadie.

Para los hombres, ustedes tampoco permitan que su pareja alcance esos límites pues no tiene derecho, así como ustedes tampoco tienen derecho de hacerle algo así a su pareja.

Prometo escribir más seguido, una vez más, gracias por leerme.


Julieta